CONOCE EL AMOR ASÍ: 21 días para descubrir el corazón de Dios para ti • Introducción • Introducción

Introducción


  • Robert Morris

«Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio. . . » (Juan 3:16). No hay duda de que esta es la Escritura más citada y, en su conjunto, el Evangelio de Juan es el libro más leído de la Biblia. Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué o has tomado un momento para aprender un poco más sobre el apóstol que lo escribió?

El apóstol Juan tuvo una vida y un ministerio extraordinarios. Era un joven común y corriente que tuvo el privilegio de caminar estrechamente con Jesús durante su ministerio en la tierra. Vio a Jesús sanar a los enfermos, realizar maravillas de milagros y caminar hacia la gloria en una montaña. Juan también fue el discípulo al que Jesús encomendó el cuidado de su madre cuando moría en la cruz. Y creo que, debido a su estrecha relación con Jesús, Juan nos da una imagen de Jesús que no se encuentra en ningún otro lugar de la Biblia. Es la razón por la que les digo a los nuevos creyentes que comiencen su camino leyendo el libro de Juan. E, incluso para aquellos que han caminado con Jesús durante mucho tiempo hay tanta revelación que aprender al estudiar las palabras de Juan.

El relato evangélico de Juan sobre la vida de Jesús en la tierra es diferente de cualquier otro libro de la Biblia y distinto en comparación con los otros tres evangelios: Mateo, Marcos y Lucas. Cada uno de los cuatro evangelios son libros de las buenas noticias, pero mientras que Mateo, Marcos y Lucas son sinópticos (o similares), el Evangelio de Juan es único.

Mateo y Lucas comienzan sus evangelios con el nacimiento de Jesús, y Marcos comienza su evangelio con el nacimiento del ministerio de Jesús. ¡Pero Juan comienza su evangelio con el nacimiento del tiempo! De hecho, sólo otro libro en la Biblia comienza exactamente de la misma manera que el libro de Juan con las palabras: «En el principio…» y ese es Génesis. Al vincular su relato de la vida de Jesús con el comienzo de toda la creación, Juan nos estaba dando a saber que Jesús no era sólo un hombre; ¡Él era también Dios encarnado que vino a vivir entre nosotros!

También sabemos que Juan escribió su libro muchos años después de que se escribieran los otros tres evangelios, que sólo cubren el último año del ministerio de Jesús mientras estuvo aquí en la tierra. Sin embargo, Juan nos habla de acontecimientos ocurridos durante los primeros dos años del ministerio de Jesús, lo que ninguno de los otros escritores menciona. (De hecho, la razón principal por la que sabemos que Jesús ministró durante tres años es porque Juan registró a Jesús conmemorar y celebrar tres pascuas diferentes). Esa es la razón por la que el Evangelio de Juan es fundamental para nuestro estudio de la vida de Jesús.

El propio Juan vivió hasta ser el discípulo más viejo (¡vivió más de 100 años!) y fue el único discípulo que no murió como mártir. Todos los demás discípulos murieron siendo mártires. Entonces, ¿por qué no Juan? ¡Porque cada vez que intentaban matarlo, no se moría! El mismo líder que crucificó a Pedro de cabeza puso a Juan en un caldero de aceite hirviendo, ¡pero Juan continuó predicando de Jesús mientras estaba sentado en el aceite! El líder se sintió tan intimidado que sacó a Juan del aceite y lo desterró a la isla desierta de Patmos, que era un lugar de exilio para presidiarios.

Juan permaneció en Patmos durante un año, donde escribió el libro del Apocalipsis. Cuando fue liberado del exilio, regresó a Éfeso donde pasó el resto de sus días. Durante los últimos 10 a 15 años de su vida, la gente le pedía que compartiera su sabiduría porque era la única persona viva que había caminado con Jesús. En cada ocasión, Juan respondía con estas palabras: «Ámense unos a otros».

En los últimos años de su vida, repetía una y otra vez estas palabras: «Ámense unos a otros. Ámense unos a otros. Ámense unos a otros». Finalmente, algunas personas se le acercaron y le preguntaron: «¿Por qué es lo único que dices?» Y él respondió: «Porque es el mandamiento del Señor que nos amemos unos a otros. ¡Eso es lo que Él nos ordenó hacer!» (ver Juan 13:34).

Es claro que Juan creía que el mensaje más importante que podía comunicar era el amor. Es el tema que caracteriza su vida y este evangelio. ¡Sólo en este libro, Juan usa diferentes variaciones de la palabra «amor» 88 veces! Y a lo largo de él, se refiere a sí mismo como «el que Jesús amaba». Ahora, a primera vista, levanta cierta sospecha considerando que Juan escribió esto sobre sí mismo. (Es como Moisés escribiendo en Números 12:3 que él fue el hombre más humilde sobre la faz de la tierra). Por un tiempo me pregunté: ¿Por qué Juan diría eso? Señor, ¿él no creía que tú amabas a los demás discípulos? ¿Pensó que era el único al que amabas? Pero la realidad es que el Espíritu Santo inspiró, tanto a Moisés como a Juan, a escribir esas palabras sobre ellos mismos. Y creo que la razón por la que Juan se refirió a sí mismo de esta manera no fue porque estuviera tratando de ser el único, sino porque Juan tuvo la comprensión y la revelación de cuánto Jesús realmente lo amaba. Es como si quisiera ir por ahí y decir a todos: «¡Oigan, Jesús me ama! ¿Puedes creerlo? ¡Me ama!».

Mi oración es que captes para ti mismo esa misma revelación de «¡Me ama!» mientras pasas los próximos 21 días leyendo el Evangelio de Juan. Te animo a que permitas que las palabras de Juan acerca de Jesús, inspiradas por el Espíritu Santo, penetren en tu corazón cada día mientras lees cada capítulo de Juan y después el devocional que corresponde a ese capítulo.

El amor de Dios por ti es incondicional, ineludible e imparable, por eso me encanta cómo el título de este devocional juega (en inglés) con el doble significado de «Conoce el amor así» y «No hay amor como este». Mi esperanza para ti es que realmente comprendas que no hay amor como el amor de Jesús por ti y conozcas en tu corazón su amor. Y a través de ese conocimiento, oro para que también cumplas su mayor mandamiento, aquel en el que Juan arriesga toda su vida: amar a Dios y amarse unos a otros (ver 1 Juan 4:21; Mateo 22:37–40). Realmente creo que si cumpliéramos este mandamiento, ¡cambiaría al mundo!


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Autores: Robert Morris, Kemtal Glasgow, Adana Wilson, Steve Dulin, Lorena Valle, James Morris, Monica Bates, Phillip Hunter, Irini Fambro, Jeremy Meister, Dana Stone, Julissa Rivera, Janna Briggs, Sion Alford, Bridgette Morris, Matthew Hernandez, Elizabeth Demarest, S. George Thomas, Chelsea Seaton, Zac Rowe, Hannah Etsebeth, y Niles Holsinger.

Director editorial: S. George Thomas Director ejecutivo de Gateway Media: Lawrence Swicegood Director principal de Gateway Publishing: Stacy Burnett Editor principal: Katie Smith Coordinadora de proyectos: Chasity Walker Director creativo: Peyton Sepeda Diseñador Emanuel Puscas Traducción al español: Rafael Serrano

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